Todos hemos oído hablar de gases extremadamente volátiles como el metano, el propano, el butano... lo que puede que no sepáis es que la gasolina no es otro elemento que el octano. Sí, los nombres se parecen porque son elementos del mismo tipo. Todos presentan la misma estructura: una hilera de átomos de carbono rodeados de hidrógeno, lo que se conoce como hidrocarburo.
Estos elementos comparten la característica de que son inflamables, pero no todos de la misma forma. La gasolina, al contrario que por ejemplo el butano, es un líquido, y en forma de líquido no es inflamable aunque le lances cerillas. Sin embargo, el peligro está en lo que no se ve: la gasolina se evapora muy rápidamente incluso a temperatura ambiente, y ese vapor explota de forma increíble.
Esto es muy útil, porque el depósito de un coche, al estar herméticamente cerrado, mantiene la gasolina en estado líquido, pero cuando ésta llega al motor, se evapora al instante y es allí donde otorga toda la energía que tiene.
Esto es muy útil, porque el depósito de un coche, al estar herméticamente cerrado, mantiene la gasolina en estado líquido, pero cuando ésta llega al motor, se evapora al instante y es allí donde otorga toda la energía que tiene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario